Eric Berne observó que todas las personas a las que acompañaba en su proceso de terapia psicológica actuaban siguiendo lo que él denominó un “guión de vida”, que es como el argumento prestablecido de una obra dramática que la persona se siente obligada a representar, independientemente de si se identifica o no con su personaje. Según esto, vivimos según unos planes de vida que contienen lo más significativo de lo que nos va a suceder y que responden a decisiones tomadas en la infancia. Conforman patrones de actuación que nos impiden vivir de una manera plena y libre. ¿Cómo salir de esta trampa y comenzar una vida de auténtica libertad?
Y es que cuando uno está representando un guión lo que está haciendo es actuar según la definición del personaje que ha sido escrita por otro. Según las investigaciones llevadas a cabo por Eric Berne a lo largo de toda su experiencia profesional como psicoterapeuta, el guión de vida lo establece el niño durante su infancia, bajo la influencia sobre todo de sus padres y otras figuras parentales. Dicho guión se va reforzando por las diferentes experiencias y acontecimientos que el niño va viviendo a medida que crece.
Afortunadamente, la investigación muestra que los guiones de vida no están cerrados, sino que pueden ser modificados. Y lo que es más importante, ese cambio de guión se realiza cuando el nuevo guionista decide ser uno mismo, reescribiendo el guión a su modo a partir de un progresivo proceso de toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que la persona quiere vivir su vida.
Adaptado de un texto de Alex Rovira
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Psicóloga. Terapia Gestalt. Terapia de Pareja
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